Por eso, en esta entrada hemos compilado varias anécdotas, ideas y trucos caseros disparatados, relacionados con los preservativos que desaconsejamos totalmente y, para compensar, una a la que sí le damos el visto bueno (aunque sólo en casos de emergencia).
En el apartado “No intente hacer esto en su casa” tenemos:
Ponerse el condón con extrema antelación y sólo “por si acaso”
No sé si fue un amigo de un amigo o un amigo de un amigo de un amigo el protagonista de la anécdota que os explicaré a continuación, así que lo más seguro es que el que me la contó en realidad la escuchara mientras esperaba el metro; pero eso no le quita validez ni gracia a la historia en absoluto.
La cuestión es que este amigo de un amigo se inventó un truco para no tener que enfrentarse con el delicado momento de la puesta del condón delante de la “afortunada”: siempre que iba a ir a una discoteca se calzaba un preservativo nada más salir de casa, para estar listo por si ligaba y tenía que protagonizar un “aquí te pillo, aquí te mato” en los baños del local.
A eso lo llamo yo ser optimista, aunque desconozco si este truco casero le sirvió para algo más que para tener un preservativo sudoroso bailándole por los calzoncillos toda la noche; pero hay que reconocer que gracia sí que tiene.
Utilizar bolsas de pipas a modo de preservativo
Hace unos años se publicó una noticia en el diario Público con el siguiente titular: “Una pareja usa una bolsa de pipas como preservativo”.
Al parecer, la pareja vizcaína no tenía condones a mano, así que llegaron a la siguiente conclusión: “si el látex ultra-fino de los preservativos es tan eficaz y resistente, el material alumínico de las bolsas de pipas tiene que servir para parar la horda de espermas de Patxi” (¡Para que luego se pregunten por qué tienen fama de brutos los vascos!).
El resultado: una visita a urgencias para que le extrajeran el paquete de pipas. Esperamos que no fueran pipas Tijuana.
Usar preservativos old school
“¿Cómo se lo montaban antiguamente, cuando no existían los condones que conocemos ahora?”.
Seguro que esta pregunta os la habéis hecho más de una vez.
La respuesta es: Depende. Depende de la época y del lugar:
Durante los inicios del imperio egipcio se utilizaban tripas del cerdo. Exacto, la “piel” del chorizo y el fuet. Si eso ya te parece asqueroso eso, añádele este otro dato: los condones de tripa eran reutilizables.
Pero no sólo se han utilizado intestinos de animales; también lino, papel de seda, caparazón de tortuga (nosotros tampoco acabamos de visualizar esto), marfil…
Como ves, hay un gran abanico de posibilidades que NO te recomendamos que pongas a prueba. Pero si sientes curiosidad por todas ellas, te damos más información
Agujerear los condones con premeditación y alevosía
Cuando a las mujeres les suena el despertador de su reloj biológico y sus respectivas parejas sentimentales se niegan a darles lo que quieren, la idea de pinchar los preservativos con un alfiler aparece de forma muy insistente en su mente.
“Es que la fiabilidad de los condones es del 99%, seguro que alguna vez se te rompió o te lo pusiste mal y ni te diste cuenta” alegaron en su defensa.