Shunga
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El aceite de masaje Libido de Shunga tiene un agradable aroma a frutas exóticas, perfecto para masajear y despertar la pasión en pareja
La forma más humana de mostrar afecto a otra persona es el contacto físico, las caricias, los masajes. Con ello puedes comunicarte sin palabras. Una caricia en el momento justo y en el sitio adecuado... puede decir mucho sobre tus intenciones. Incluir un aceite de masaje en tus relaciones íntimas puede hacer el sexo algo mucho más encantador y placentero.
Y para ello, los Aceites de Masaje Shunga es la elección perfecta. Te harán vivir una experiencia única y despertará el deseo como nunca antes. Hará que vuestro contacto físico adquiera una nueva dimensión, además dejando tu piel con un efecto de seda maravilloso y único.
El aceite Libido tiene un agradable aroma a frutas exóticas para los más atrevidos, ideal para un masaje sensual y erótico.
Primero de todo, asegúrate en crear la atmósfera perfecta para el momento. Eso lo dejamos a tu imaginación, pero puedes incluir para la sesión de masaje una luz baja, una música relajante e incluso velas aromáticas, como las que tiene también Shunga.
Aplicar los aceites de Shunga es muy sencillo. Simplemente vierte unas gotas sobre tu mano y frótalas para que coja algo de temperatura. A continuación, solo debes masajear la zona deseada y, por supuesto, entregarte al placer. Verás que se desliza suavemente, dejando la piel suave y perfumada con frutas exóticas. Su textura no es en absoluto grasienta y dejará tu piel sedosa.
Los aceites de masaje son solo para uso externo. No son compatibles con preservativos, ni son comestibles ni deben ser utilizados como lubricante. Para ello, incluye también un lubricante especializado.
Shunga es la marca número uno mundial en cosmética erótica. Utilizan principios activos que fusionan con ingredientes naturales para lograr la máxima calidad. Además, también destacan por ese diseño propio que los caracteriza. ¿De dónde surge?
Shunga significa literalmente 'imagen de primavera', un eufemisimo utilizado en el pasado en Japón para hablar del sexo entre personas. También se llamaban así las pinturas eróticas niponas de los siglos XVI hasta el XVIII, que representaban sobre madera o pergaminos escenas sexuales y episodios de amor elaborados con mucho cuidado y gusto.
Shunga es heredera de ese arte centenario oculto durante siglos, que marcó los orígenes de la industria erótica japonesa y sirvió durante generaciones como despertar sexual en los jóvenes.