Shunga
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El aceite de masaje Romance de Shunga tiene un agradable aroma a fresas con cava y una textura muy suave para disfrutar de masajes en pareja
Los masajes son la manera física y natural de mostrar afecto hacia otra persona. Además, son una manera de comunicarse sin necesidad de usar las palabras; una caricia en el momento justo y en el sitio adecuado... puede decir mucho de tus intenciones. Los aceites de masaje son una forma diferente de hacer que el sexo sea algo más placentero y encantador.
El aceite de masaje Romance de Shunga tiene un agradable aroma a fresas con cava, ideal para daros un masaje erótico y sensual.
Los aceites de masaje de Shunga os harán vivir experiencias únicas y despertar el placer y el deseo de vuestro cuerpo, aportándoos una suavidad en vuestra piel efecto seda.
Primero de todo, te recomendamos crear la atmósfera adecuada para el momento.
Los aceites de Shunga son de muy fácil aplicación. Sólo tienes que verter unas gotas en la palma de la mano y frotar para que el aceite coja una agradable temperatura, masajear la zona deseada y verás que se desliza suavemente, dejando la piel suave y perfumada. Tiene una textura muy suave y nada grasienta. ¡Y ya todo es cuestión de imaginación y dejarse llevar por el momento!
Los aceites de masaje no están recomendados para usar como lubricante, solo para uso externo. Tampoco son compatibles con el uso de preservativos. Estan aromatizados con aceites esenciales y fragancias, lo que los hace no comestibles.
¡Cosmética y aromaterapia al placer de tus sentidos!
Shunga es la marca líder mundial en cosmetica erótica. Sus ingredientes naturales fusionado con principios activos logran un gran resultado. Además, destacan por el diseño tan característico de todos sus productos.
Entrar en el mundo erótico de Shunga es viajar al pasado. Traducido literalmente, Shunga significa ‘imagen de primavera’, una manera delicada de decir ‘relaciones sexuales’ entre personas. Esta palabra se usaba para designar las pinturas eróticas japonesas del siglo XVI, XVII y XVIII, un tipo llamado ukiyo-e, que no eran otra cosa que obras sobre madera o pergamino con escenas sensuales y episodios de amor carnal, siempre elaborados con mucho cuidado y buen gusto.
El arte Shunga, aunque oculto durante siglos, marcó el principio de la industria pornográfica para la clase media nipona y sirvió durante generaciones como enseñanza para los hijos y las hijas de muchas familias.